Está usted en: Inicio > Urogallos del Pallars
Colabora con nosotros para poder conservar el urogallo
Si tienes alguna duda, consulta o simplemente deseas ponerte en contacto con nosotros puedes utilizar el siguiente formulario.
› Rellenar el formulario
El Mundo 30/05/2015
El cielo, negro y estrellado, apenas despide algo de luz; la suficiente para que la nieve acumulada en el suelo la amplifique, bañando el bosque en una claridad espectral.
Ulula un cárabo, y contra el silencio, a lo lejos, destaca un extraño sonido, como un taponazo.
Un ladrido bronco rompe con estrépito la quietud del bosque: un corzo, huye ladera abajo. Avanzamos y oímos ahora que el taponazo, más cercano, está envuelto por otros sonidos, igual de extraños. Un macho de urogallo redobla, tabletea, lanza el taponazo y remata con la seguidilla: las cuatro fases de la secuencia de canto de los gallos de bosque en celo, un sonido que sugiere como pocos la esencia de lo silvestre.
Varias de estas aves están encaramadas en las ramas bajas de los abetos, o moviéndose por el suelo todavía con restos de nieve, formas negras contra el fondo blanco.
Pasan las horas y al fin despunta el día. Lo anuncian los cantos de chochines, en las marañas del suelo, y zorzales, desde las copas de los abetos. El sol aún tardará en aparecer sobre las cumbres de las montañas del Pallars. Es hora de que los gallos de monte, pesados como pavos, vuelen de las ramas y abandonan el cantadero.
La ilustración de Juan Varela pertenece a la portada del CD sobre Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, una ya antigua colección sobre los Paisajes sonoros de los Parques Nacionales